La investigación educativa se está haciendo eco de la creciente preocupación entre docentes y familias por la desimplicación (disengagement) de buena parte del alumnado en las escuelas. A nuestro juicio, esta desimplicación está directamente relacionada con las dificultades que estos alumnos y alumnas tienen para atribuir sentido y valor personal a la educación escolar. Nuestros trabajos previos ponen de relieve que las estrategias de personalización del aprendizaje son una vía adecuada para hacer frente a esta desimplicación. Avanzar en la comprensión de cómo podemos diseñar prácticas educativas que ayuden a los alumnos y las alumnas a implicarse en lo que se les propone hacer y aprender en las escuelas requiere que escuchemos su voz y la de los agentes educativos más próximos.

El objetivo de este trabajo es presentar el diseño de instrumentos dirigidos a explorar las diferencias y semejanzas entre la percepción del alumnado, el profesorado y las familias sobre los factores que promueven la implicación y el compromiso de los alumnos y las alumnas en las actividades y los aprendizajes escolares, así como explorar los elementos que pueden condicionar esa implicación (género, edad, tamaño del centro, opciones pedagógicas…).

Para ello, hemos construido tres cuestionarios basados en una escala Likert de 4 puntos que contemplan cinco factores relacionados con cinco estrategias de personalización del aprendizaje. En este momento, los cuestionarios se están aplicando a los tres colectivos en una muestra de 24 centros educativos de educación primaria y secundaria, de diverso tamaño, y situados en barrios o poblaciones diversas desde el punto de vista socioeconómico y cultural.

Los primeros resultados apuntan a un considerable nivel de acuerdo entre los tres colectivos en los factores que promueven un mayor nivel de engagement del alumnado en la escuela. Lo que facilitaría definir líneas de actuación dirigidas a promover aprendizajes con sentido.